lunes, 26 de marzo de 2012

El tiempo 2


Ha pasado un tiempo y ves que el día ha llegado, ya no hay nada que te detenga. El día amanece soleado, los pájaros te despiertan con su maravilloso cantar, observas como la luz entra por esa venta que hace algún tiempo pensaste que no existía, descubres que los árboles vuelven a tener las hojas y que tú, tienes ganas de salir a la calle y disfrutar de ese hermoso momento, sientes alegría, ilusión, ganas de reír, vuelves a recuperar los sueños que un día perdiste y te armas de fuerza y valor para afrontar todo lo que a partir de ahora ocurre. Cuando miras a tu alrededor ya no ves solo cuatro paredes que te impiden salir, ves esa puerta que te deja libre, que te permite volver a ser tu mismo. El espejo, aquel famoso espejo, en el que frente a él tantas preguntas te has hecho, deja de dar respuestas y solo muestra tu imagen, la imagen de una persona feliz, que ha sabido dejar el pasado a un lado y seguir viviendo su presente, que ha aprendido a no echar de menos lo que ya no tiene, sino a valorar lo que en esos momento tiene y a las personas que se encuentran a su lado. Ahora te encuentras solo en ese camino, no hay nadie que te acompañe, tiene que ser fuerte y no mirar atrás, olvidar el daño que te hicieron y lo mal que te hicieron sentir, ir avanzando poco a poco, disfrutar de los días de luz y de sol, de los amaneceres teñidos de azul que escapan de la oscuridad y no cerrar las puertas a las personas que puedan llegar a cruzarse en tu camino, aunque tú, sigas caminando sobre los renglones de la inquietud.