El día amaneció oscuro, el cielo cubierto de nubes, parecía que iba a llover. Las calles estaban desiertas y encima no me había tocado la lotería, solo lo que jugaba en uno de los décimos. Hoy es uno de esos días en los que me quedaría en casa, en pijama y viendo películas. Pero a pesar de ser un día tan triste, para mí, es uno de los más felices, después de seis meses vuelve mi hermana de Canadá. El vuelo llega a Madrid sobre la 1 de la tarde y aquí, en casa, ya tenemos todo preparado. Parece que van a ser unas navidades increíbles porque vamos a estar toda la familia junta. Cada vez queda menos para la llegada de mi hermana, no paro de contar los segundos que me quedan para verla.
El vuelo llegó a Madrid a las 2 de la tarde, sin complicaciones y mi hermana ya está aquí con nosotros, pero no venía sola, en ese vuelo iba mi cuñado, mi sobrino y una personita muy pequeña que está a punto de nacer, mi sobrina. Esa misma tarde nos fuimos mi hermana y yo de compras por Madrid y dejamos a mi sobrino y a mi cuñado con mis padres, ya que teníamos que encargarle a Papá Noel los regalos, fue una tarde muy divertida, pero a la vez estresante y muy agobiante. La gente iba como loca de una tienda a otra en busca de un regalo, te quitaban las cosas de las manos, ¡eso era un caos!, pero a nosotras no nos importaba, porque después de seis meses volvíamos a estar juntas. Se me olvidaba comentar que compramos unos décimos de lotería del niño, haber si tengo más suerte que con la de navidad y me toca algo, porque con el dineral que me he dejado en esos décimos….
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